Juana Ramírez y Aranzazu, a mi madre le diagnosticaron hace más de 12 años Neuralgia del Trigémino. Durante años la medicación hacía efecto, pero después la situación se convirtió en un infierno. Los neurólogos nos dijeron que no podían hacer nada más por ella. La derivaron a la Unidad del Dolor. Allí más medicación, tratamientos intravenosos sin buenos resultados… Estuvieron a punto de intervenirla en dos ocasiones y, por diversas razones, finalmente no lo hicieron. Estuvo ingresada dos veces. La situación era desesperante. Ya no sabíamos qué hacer.
Años y años de sufrimiento. Nos pusimos en contacto con la Asociación AEPA ATM, que nos ha servido de guía y apoyo en todo. Gracias a su equipo médico y también a cada una de las personas voluntarias y demás colaboradores. Después de un camino difícil, y con toda la prudencia del mundo, puedo decir que mi madre hoy está mucho mejor.
Y, con esperanza de que continúe así. Por esto, mi mensaje de ánimo a todas aquellas personas que estén en una situación similar a la suya. Nunca hay que rendirse. Hay que dejarse asesorar por buenos profesionales y ser muy prudente con las cirugías que nos aconsejan algunos clínicos de re-nombre.
Tened en cuenta que existen opciones eficaces menos invasivas para el paciente. Una vez más, GRACIAS a la Asociación.